LA ESTÉTICA DE EL ENANO GREGORIO EL BOTERO"En cambio Zuloaga ha pintado el enano Gregorio el Botero. Una figura deforme de horrible faz, ancha, chata y bisoja, calzados los pies de alpargatas y las piernas de calzones que medio se le derriban, en mangas de camisa, abierta ésta por el pecho, que avanza con enormes músculos de antropoide. Sobre el suelo se alzan, y apoyados en su hombro se mantienen en pie, dos henchidos pellejos que conservan las formas orgánicas del animal que en ellos habitó y afirman un no remoto parentesco con el hombre monstruoso que los abraza como a dos semejantes. Y este grupo de vida orgánica destaca sobre un paisaje de tierra desolada, sin árboles, rugosa, dura, frígida. A mano derecha rampan por un collado los cubos de de unas murallas rudísimas de una ciudad apenas sugerida (...) Encima un cielo que es una guerra rauda entre un ventarrón y unas nubes. las cuales. en sus desgajes y culebreos, dan cuerpo a las lineas de embestida del viento"
José Ortega y Gasset. Obras completas , volumen IAMOR Y MITOS EN LA VISIÓN DE CASTILLA"...El artículo que Ortega dedica, en 1911, en el momento en que Machado compone
"La tierra de Alvargonzález", al cuadro El enano Gregorio el Botero es probablemente
el ejemplo más ilustrativo de la propensión malabarista a los mitos.
El comentador empieza por asentar que Gregorio el Botero es un símbolo o "si se
quiere un mito español", para en seguida explicar su propia visión del pueblo
español, de una raza. Movido por "una ansia indomable de permanecer, de no
cambiar, de perpetuarse en idéntica sustancia", el pueblo español ha resistido.
.... Gregorio es el símbolo "de una raza que muere por instinto de conservación",
es decir, como escribe Machado,símbolo de esa "Castilla inmortal, Castilla de la muerte".
Pero este enano, representa también "la naturaleza, lo espontáneo, las fuerzas elementales",
o, como dice Machado, las "cualidades macizas de la raza" (o más precisamente las que
se le atribuyen al "hombre de estos campos" de "Por tierras de España:", "pequeño,
ágil, sufrido..."; el énfasis es nuestro). El artículo de Ortega se titula " La estética
de El enano Gregorio el Botero ". Sí, es estética, es una estética para levantar
el mito de lo elemental castellano, vitalidad y barbarie, que al parecer, es también
el de lo elemental español. El cuadro de Zuloaga es representación de la tragedia
española, que por ser tragedia tiene su grandeza, la grandeza de un mito trágico.
Mito y tragedia son efectivamente las dos palabras que vuelven una y otra vez en
los textos de los eminentes intelectuales de la época. "Contemplando sus lienzos
[los de Zuloaga] he ahondado en mi sentimiento y mi concepto de la noble tragedia
de nuestro pueblo" (Unamuno )
Amor y mitos en la visión de Castilla de Antonio Machado (1907-1914)
Yvan Llssorgues
Université de Toulouse-le-MirailLA ESPAÑA NEGRA
“Gregorio, el Botero, monstruo de pesadilla, contrahecho, ridículo, espantable, con sus manos torcidas, manos de manco; una apoyándose en un enorme pellejo, y en la otra un jarro de barro, en que parece ofrecer el vino a todos los bebedores; vino de discusiones de reyertas, de pendencias, de crímenes.
La víctima de la fiesta el cielo negro y de pesadilla, en que se destaca un viejo bárbaro cansado, con la lanza mirando al suelo; nuevo Quijote sin ideales que nunca conoció un día de gloria, y triste rocinante este viejo caballo, que produce pena y que parece ha de estar recorriendo estos viejos pueblos de España entra las rechiflas y el aplauso de un pueblo bajo y cruel. De esta Castilla salió su obra magna El Cristo de la sangre, exangüe, enfrente de este pueblo español que tan bien lo ha conquistado.
Ávila, pueblo amurallado, recio, fuerte, mucha piedra, seco, con su aire frío, que corta como la hoja de un cuchillo, y en que volvemos a ver de nuevo las recias capas y sus cura con gafas, cenceños malhumorados, atrabiliarios, como sus piedras y sus murallas.
A Zuloaga no le basta esto; viajero incasable, va recorriendo los pueblos y creando sus paisajes, que unas veces son los admirables fondos de sus retrato Toledo, Ávila, Sepúlveda, Segovia, y otras veces el paisaje escueto, sin figura.”
José Gutiérrez Solana. La España negra