Mes y medio después de mi autodiagnóstico...
RESUMEN CORTO:
Puta madre. De cojones.
EXPLICACIÓN DETALLADA:
HABERRR... se me van los ojos tras el pan (el de espelta me vuelve loco). Vivir sin pasta y sin la pizza semanal se me hace todavía raro. Supongo que habrá sucedáneos, pero supongo que serán de maíz, y el maíz me abuuuurre. Mejor patatas. A mí me gustan mucho las patatas y hay una variedad extraordinaria. Hiervo unas cuantas en un perolo grande, con piel, y ya tengo un sustituto cojonudo del pan. Si hasta en la forma parecen panecillos. Y con el mogollón de salsas de pasta que tengo estará cojonudo. Con alioli, con mayonesa, con aceite, con pimienta, con pimentón... Vive Monsieur Parmentier!
Se acabaron las digestiones interminables, la sensación de pesadez y cansancio, la flatulencia, los problemas del cagar, los picores (pensé que era piel atópica, sin relacionar los diversos síntomas), las llaguitas en la boca, los eccemas... ¡Hasta se me frenado en seco la caída del pelo y está más brillante! En la piel lo noto mogollón. Las uñas se me rompían. Se acabaron las nauseas, los vómitos y los problemas respiratorios. Al respirar mejor, la comida me sabe mejor.
Soy otro. Me siento más ligero.
Fina y segura.
Diga lo que diga el señor
Goldstein, la intolerancia al gluten es una dolencia importante. En casos graves puede acabar en hepatitis. Poca broma.